Bruxismo: más allá de la férula. Claves que nadie te explica
Un síntoma, muchas causas. El tratamiento integral como eje.
¿Te despiertas con la mandíbula apretada, dolor facial o dolores de cabeza que no sabes de dónde vienen? Tal vez ya te han hablado del bruxismo y te han ofrecido una férula como solución. Pero ¿y si te dijéramos que ese rechinar de dientes puede ser la señal de un desequilibrio más profundo en tu cuerpo y mente? Abordamos este tema desde un tratamiento integral.
En Clínica Berbís Estela, entendemos el bruxismo no como un problema aislado, sino como la manifestación de un sistema que está intentando compensar algo. Hoy te invitamos a mirar más allá de la férula dental y descubrir las claves físicas, emocionales y sistémicas que pueden estar detrás de este síntoma cada vez más frecuente.
La férula Michigan: protección y alivio dentro de un tratamiento más completo
Una de las herramientas más eficaces para proteger los dientes y aliviar la musculatura mandibular es la férula Michigan. Se trata de una férula rígida, personalizada, diseñada para ajustar de forma precisa la mordida durante el descanso nocturno. Su principal función es reducir la sobrecarga muscular y articular, permitiendo que la mandíbula adopte una posición más relajada mientras dormimos.
A diferencia de férulas genéricas o blandas, la férula Michigan está fabricada con materiales de alta resistencia y se adapta con exactitud a la anatomía dental del paciente. Esto la convierte en una opción ideal para quienes presentan bruxismo severo o prolongado en el tiempo.
Además de proteger los dientes del desgaste, su uso frecuente puede ayudar a reducir dolores cervicales, cefaleas tensionales y rigidez mandibular. En Clínica Berbís Estela la indicamos dentro de un enfoque más amplio, valorando no solo el estado de los dientes, sino también el origen muscular, postural y emocional del bruxismo.
En definitiva, la férula Michigan puede ser una herramienta muy eficaz dentro de un tratamiento integral del bruxismo, siempre que se combine con la identificación y abordaje de las causas profundas del problema.
Bruxismo: por qué apretamos los dientes y cómo abordarlo más allá de la férula
La mandíbula tensa al despertar, los dientes cada vez más desgastados, el cuello rígido… y, por si fuera poco, noches inquietas que no permiten descansar bien.
Ante esta situación, lo habitual es que se proponga una férula como primera opción de tratamiento. Aunque puede ser útil para proteger los dientes y aliviar parte de la tensión, pocas veces se plantea una pregunta fundamental:
¿Por qué está apretando los dientes esta persona? ¿Qué está ocurriendo realmente en su cuerpo… y en su vida?
La tensión mandibular no aparece por casualidad, y mucho menos es un error del cuerpo. En muchos casos, el bruxismo es la forma que tiene el organismo de compensar un desequilibrio más profundo.
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Causas físicas: una mordida que no encaja del todo bien, una postura corporal forzada, tensión muscular crónica.
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Causas emocionales: preocupaciones constantes, emociones reprimidas, ansiedad, ritmo de vida acelerado.
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Hábitos que alimentan el problema: exceso de pantallas, descanso insuficiente, abuso de café, dificultad para desconectar.
Cada persona que aprieta los dientes tiene una historia distinta. Algunas lo hacen durante el día sin darse cuenta; otras lo hacen mientras duermen, como si el cuerpo intentara procesar lo que la mente no puede liberar. En conjunto, todo está conectado.
El tratamiento integral en relación al bruxismo: cuerpo, mente y boca
La verdadera solución al bruxismo pasa por abordar todas sus dimensiones, no solo el síntoma. Todo influye: somos un sistema integrado.
En Clínica Berbís Estela lo abordamos desde la raíz
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