HISTORIA DE UNA SONRISA

Tere fue un gran reto para nosotros. No fue un caso sencillo. Y requirió del 200% de cada uno de nosotros.

Viendo las imágenes podéis ver que sonríe de manera muy armónica tras el tratamiento, pero para llegar a este punto nos hemos encontrado con alguno “muros” que tuvimos que salvar:

• El primero de ellos es que la malposición que presenta en sus dientes es lo que llamamos una clase III esquelética, os lo traducimos, que la mandíbula tiene más protagonismo que el maxilar, es decir, como cuando tienes una caja, y la tapa es más pequeña que la caja en sí, cuando normalmente para que encaje todo bien debería ser al revés. Ante estas situaciones a menudo no toca recurrir a soluciones combinadas ortodoncia-cirugía, algo que Tere descartaba y nosotros si era posible también queríamos evitarle pasar por una cirugía ortognática (cirugía de los maxilares para reposicionarlos).
• El segundo muro era el mal pronóstico de algunos molares presentes lo que para hacer las fuerzas que necesitábamos con la ortodoncia no iba demasiado a nuestro favor, ya que en ortodoncia nos apoyamos entre otras cosas en unos dientes para mover otros.
• Y el tercer muro, era el desgaste dental y pérdida de altura de oclusión, debido al bruxismo, y que precisábamos corregir para poder ganar el espacio necesario para restaurar estéticamente la parte frontal de la sonrisa.

Los objetivos del tratamiento eran:

• Alinear dientes
• Compensar la clase III
• Colocar implantes en piezas ausentes
• Restaurar la altura en oclusión
• Mejorar el aspecto global de los dientes, mediante blanqueamiento dental y carillas de porcelana.

Tere comprendió desde el primer día los desafíos a los que nos enfrentamos y se implicó también al 200% en el tratamiento. Empleamos implantes y microtornillos como anclaje para la ortodoncia y evitar así recurrir a cirugías más importantes, reconstruimos los desgastes en sus dientes posteriores con alzas de composite y de porcelana, para poder, finalmente, llegar a lo más motivador, restaurar el sector anterior que va a dar el protagonismo a la sonrisa.

Es un proceso en el que comenzamos visualizando lo queremos lograr en la sonrisa final, planificamos, y empezamos a trabajar desde atrás hacia delante, priemero trabajando la salud y la función masticatoria, el alineamiento, para poder finalizar las carillas de porcelana con garantía de éxito.

Un largo camino, que nos llevó a buen puerto, y Tere consiguió la sonrisa que deseaba.

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