HISTORIA DE UNA SONRISA

Conocimos a Ana en una salida en moto. Tuvimos ocasión de compartir algunos ratos con ella. En esas conversaciones enseguida te dabas cuenta que era una persona social, que le gustaba disfrutar con una sonrisa de las experiencias con su grupo de amistades. Pero también que había aspectos con los que no se sentía cómoda al sonreír. Y es que cuando se aúna en una misma situación una colocación grisácea (tetraciclínica) con un cierto grado de sonrisa gingival que altera la proporción idealmente visible entre dientes y encías, y todo ello con cierto grado de desgaste dental, tenemos como resultado una disminución en la “luminosidad” de la sonrisa, se queda “apagada”.

Para devolverle los parámetros en el diseño de sonrisa que harían que ganara seguridad y confianza en esa sonrisa, nos enfocamos en poder trabajar el color de los dientes, la posición de los mismos mediante ortodoncia, para finalmente, realizar un pequeño remodelado de la encía y terminar con4 carillas de porcelana y algunas reconstrucciones estéticas de composite.

Objetivos cumplidos y Ana puede disfrutar de sus experiencias vitales acompañada de una sonrisa luminosa y natural con la que se identifica plenamente.

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